De verdad, las jarchas son los finales de poemas más extensos llamados "moaxajas" (muwassaja); en árabe, la palabra jarcha quiere decir "final" o "salida". Las moaxajas son un género propiamente andaluz. Escribe Emilio García Gómez,
"No tiene, pues, mucho de extraño que el ambiente bilingüe y multirracial de la España musulmana, donde había multitud de "musulmanes nuevos" (muladíes), protegidos hasta cierto punto por la política omeya de equilibrio, naciera un nuevo tipo de poesía. Tal género andaluz, inventado --según la tradición-- por un tal Muqadamm ben Mu'safà de Cabra, recibió el nombre de moajaxa (literalmente: "embellecida", "adornada por un doble collar de perlas variadas, o por un cinturón de pedrerías y lentejuelas")."
Ejemplo de jarcha típica: (En romance/ lengua hispano-árabe)
- Vayse meu corachón de mib.
- ya Rab, ¿si me tornarád?
- ¡Tan mal meu doler li-l-habib!
- Enfermo yed, ¿cuánd sanarád?
(traducción al castellano actual)
- Mi corazón se me va de mí.
- Oh Dios, ¿acaso se me tornará?
- ¡Tan fuerte mi dolor por el amado!
- Enfermo está, ¿cuándo sanará?
Otro ejemplo:
- mi fena ÿes li-mahtï in luhtu
kon males me berey
non me lesa moberë aw limtu
mama gar ke farey
Mi pena es a causa de un hombre violento: si salgo
con males me veré
no me deja mover o soy recriminada.
Madre, dime, qué haré.
Veremos más ejemplos en clase.
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